El autor nos ayuda a captar el sentido de las crisis y a reconocer, comprender y aceptar aquello que yace en nuestra propia alma, en donde lo más bajo y lo más alto conviven en peculiar abrazo. Vislumbraremos que la felicidad no es un premio a buscar sino un presente que nos ofrece la vida cuando nos entregamos a ella, valiente, honesta y profundamente.
Asimismo, nos aporta un interesante apéndice que aborda la individuación, la alquimia y las noches oscuras del alma desde la perspectiva de C.G. Jung.
En conjunto, su lectura es una guía en esa, a veces imprevista, bajada a los propios infiernos y el camino de vuelta hacia arriba, a la luz.