Insertado en la estirpe poética que nace en Mallarmé y Valéry, Wallace Stevens es, sin duda, uno de los grandes poetas norteamericanos del siglo XX.
Ahora tenemos el privilegio de publicar una excelente versión de sus aforismos completos, que nunca antes se habían traducido íntegramente al castellano. A través de estas páginas, en rigurosa edición bilingüe, podemos acceder a la esencia del pensamiento de Stevens, a su visión de la poesía y de la creación artística, a sus inteligentes consideraciones en torno a la música, la pintura, el tiempo, el dinero, el amor o la muerte. Stevens da vueltas a un mismo concepto, duda, observa su propio pensamiento desde distintos ángulos, recapacita y se contradice en un fascinante baile de la inteligencia en busca de la verdad y de la belleza.
Excelentemente traducido y prologado por el poeta Daniel Aguirre, esta edición es una pequeña joya para todos los amantes de la literatura, un libro insólito por su rigor y su turbadora intensidad.
Wallace Stevens (1879-1955) nació en Reading (Pennsylvania), cursó estudios de Humanidades en Harvard, donde conoció y trató al filósofo George Santayana, y se graduó en la facultad de derecho de Nueva York. Con su esposa y su única hija, vivió toda su vida en Hartford (Connecticut), donde fue vicepresidente de una compañía de seguros. Nunca salió de Estados Unidos y tan solo hizo puntuales viajes a Florida, dedicandotoda su vida al trabajo ejecutivo, a la poesía y a su colección de libros y cuadros. Su Poesía reunida, publicada por Alfred Knopf en 1955, mereció el National Book Award y el Pulitzer. Además de poesía y aforismos, publicó un libro de ensayos y conferencias titulado El ángel necesario (1951).