Brant se sintiÃģ intrigado al encontrar a aquella dama llamando a la puerta de su balcÃģn, y cuando descubriÃģ que Annie Deveraux estaba huyendo de un pretendiente rechazado, supo que debÃa ayudarla. Lo que no sabÃa era que una vez se la hubiera llevado a su rancho, comenzarÃa a sentir unos deseos desconocidos para ÃĐl. A pesar de que venÃan de dos mundos diferentes, Annie tenÃa un efecto en ÃĐl que ninguna mujer habÃa tenido antes. Y, cuando mÃĄs tiempo pasaba con ella, mÃĄs le dolÃa no poder tocarla, porque tampoco podÃa dejarla marchar...