Los ojos de lady Solay se encontraron con los de un hombre de aspecto rudo. Su mirada implacable se pos├│ en ella y, por un instante, olvid├│ todo lo dem├бs. Pero no deb├нa. No ten├нa tiempo para sentimientos, cuando depend├нan tantas cosas de que ella encontrara favor en la Corte.Lord Justin Lamont no pod├нa apartar la vista de la escandalosa hija ileg├нtima del rey. Entr├│ con la cabeza alta, como si la Corte la adorara. A pesar del dolor que adivinaba en sus ojos, Justin ahog├│ un chispazo de simpat├нa por ella. Ten├нa que protegerse de sus encantos embaucadores...