Shannon Beaumont sabía mejor que nadie la clase de hombre que era Kyle. Su matrimonio había sido breve, apasionado y tempestuoso. Kyle nunca había sido un marido perfecto. Sin embargo, ahora parecía decidido a ser un padre ejemplar. Shannon le prometió a Kyle estar con él tres meses para poder demostrar a las autoridades que podían darle a Jodie un hogar, tres meses en los que corría el riesgo de dejar que Kyle volviera a ocupar su cama y que la niña se hiciera un lugar en su corazón.