Nunca pensaron que fuera posible sucumbir a la pasiÃŗn Anton estaba furioso. Como hijo adoptivo de Theo Kanellis, se suponÃa que iba a heredar su vasta fortuna. O al menos asà lo creÃa todo el mundo, hasta que el patriarca descubriÃŗ que tenÃa una heredera legÃtima: la atractiva Zoe Ellis. A Zoe, su origen griego le resultaba indiferente y vincularse a la dinastÃa Kanellis implicaba estar rodeada de escÃĄndalo. Pero lo quisiera o no, el destino iba a llamar a su puerta en la forma del atractivo Anton Pallis.