«Los conocimientos superficiales alejan del Tao y son el origen de la necedad. Por eso el sabio se mantiene en lo profundo y no en la superficie. Con el fruto y no en la flor. Así rechaza lo último y adopta lo primero».
LAO TSE, literalmente «el Viejo Sabio», fue un filósofo y escritor chino del que apenas se saben detalles y que pudo vivir entre los siglos VI y IV a. C. Según la leyenda, era un alto funcionario imperial que marchó al destierro hacia el oeste y, antes de desaparecer para siempre, dejó escrito el Tao Te Ching, una de las bases del taoísmo.