Pensadas para ser leídas más que recitadas, las Odas son una de las cimas de la lírica latina, en las que el autor aborda temas universales, como el amor, la fortuna, la amistad, el ocio o la vejez. En este centenar de poemas, Horacio busca recrear la huella de los grandes poetas griegos, aunque también son piezas genuinamente romanas y pioneras en otros muchos aspectos, como en el uso de célebres tópicos como el del carpe diem o de la aurea mediocritas.
«Hasta hoy no he sentido con ningún poeta el arrobamiento artístico que desde el comienzo me proporcionó una oda horaciana. En comparación con Horacio, el resto entero de la poesía se transforma en algo demasiado popular, en mera charlatanería sentimental». Friedrich Nietzsche
Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Hijo de liberto, estudió en Roma y en Atenas, y tras un breve historial militar, empezó su carrera literaria. Su poesía, que ha dejado una enorme huella en la historia de la literatura, se divide en cinco grandes secciones: Epodos, Sátiras, Odas, en las que se incluye el Canto secular, y las Epístolas, a las que se añade su Arte poética.