Después de tantos años yendo de un lugar a otro, empezaba a preguntarse si aquél serÃa su sitio... El teatro de la ópera de Indigo habÃa sido un regalo que Alexandre Valois le habÃa hecho a su esposa mucho tiempo antes de la Guerra Civil estadounidense. Marjo Savoy, presidenta del comité de la ópera, habÃa tomado la firme decisión de que aquel histórico edificio no se vendiera jamás. Paul Clermont, el actual propietario, no tenÃa ningún interés en conservar el edificio que habÃa heredado. Como periodista y fotógrafo, se pasaba la vida viajando de un sitio a otro y valoraba demasiado su libertad como para atarse a unas tierras. Sin embargo, habÃa algo que lo llevaba de vuelta a aquel lugar una y otra vez. La tranquila belleza de los pantanos, la conmovedora música de sus antepasados... o quizá fuera Marjo.