Lily decía ser una simple doncella, pero su encanto rivalizaba con el de cualquier princesa. Inicialmente, Roland pensó en utilizarla para poner en evidencia la farsa de los Montague, pero fue su corazón lo que la inocencia de Lily dejó al descubierto.
Entonces se dio cuenta de que él no era el único que había ocultado su verdadera identidad.