Como director general de una gran empresa, Paul Sterling estaba acostumbrado a conseguir todas y cada una de las cosas que deseaba. ÂĄEl problema era que esa vez lo que deseaba era a ella!
TendrÃa que recordar que aquello no era mÃĄs que una cuestiÃģn de negocios... por mucho que aquel tipo la hiciera desear con todas sus fuerzas poder cruzar la lÃnea que separaba los negocios del placer...
Un, dos, tres... ÂĄadjudicada!