Julio Alejandre

Julio Alejandre Calviño nace en el Madrid de los sesenta, en pleno «baby boom». La llegada del hombre a la luna lo pilló con pantalones cortos y fue de los primeros que subieron al tren de la EGB. Cursó magisterio y más tarde pedagogía, pero una inquieta voz interior no tardaría en llamarlo a Centroamérica, donde dejó una década de su vida entregado en cuerpo y alma al sufrido oficio de cooperante. De allí se ha traído unas cuantas arrugas, el amor por otras culturas y un sinnúmero de historias que contar. Tiene en su haber numerosos premios literarios y en la actualidad reside en Azuaga, Badajoz, donde se desenvuelve en el campo de la enseñanza.